lunes, 6 de abril de 2020

COVID-19


Corona virus
 

Que continúe el gran espectáculo vital para que nada termine.
Que el confinamiento no sea una cruel tristeza que nos asfixie.
Que el aislamiento no nos desconsuele más, ni nos contamine.
Que el duro encierro sea hermético, hasta que se cure la gripe.

Aunque vivamos en un largo domingo de un cortísimo verano.
Recuerda quedarte en casa pues la ilusión es un don muy sano.
Somos los caballeros valientes y las damas guerreras del reino.
Somos los dueños de los solsticios con nuestro virtuoso talento.

Es una guerra de intereses, globalización y víctimas mortales.
Saltan los criterios, las conspiraciones y las opiniones virales.
Las consecuencias son trágicas y mueren personas a raudales.
Anulación de eventos, cierre de empresas, despidos y fraudes.

La pandemia crece, como la desconfianza general en la calle.
El mundo lo vio venir, pero la falta de voluntad fue el detalle.
Recuerda ir a ninguna parte, para evitar que tu corazón estalle.
La epidemia, extiende su tentáculo emponzoñado, por el valle.

El enemigo invisible sitia la tierra y nos lleva a otra recesión.
Negociaciones, pactos, y colapso, en medio de la destrucción.
Las repatriaciones se prohíben, para no extender la infección.
Paralizan todas las actividades no esenciales, con sutil razón.

En homenaje a los sanitarios en primera linea, se les da calor...
Y a las ocho de la tarde se aplaude desde las ventanas su valor.
Las fuerzas de seguridad encienden las sirenas para dar color.
Los militares preparan hospitales, para parar el trágico horror.