Aldea Amarante, Lugo.

 La Galicia rural solitaria. Fortaleza. Aldea Amarante. Lugo.

Petróglifos, Laxe Ferrada y Chan da Gurgulla.

 

Prehistoria. Gravados rupestres:

Petróglifos, Laxe Ferrada y Chan da Gurgulla. 790 metros de altura.

Parroquia de Santa Cristina de Areas. Antas de Ulla. Provincia de Lugo.

 

Belesar. Chantada. Lugo.

 Belesar. Chantada. Ribeira Sacra. Río Miño. Lugo.

Monte Faro

 

En una de las Zonas de Especial Conservación de la Red Natura 2000, que se sitúa en la sierra del Faro, se destaca el monte Faro. Con un espectacular mirador a 1117 metros de altitud, desde el que se puede contemplar territorios de las cuatro provincias gallegas. La vista abarca un entorno de monte bajo, prados, bosques de robles y una exuberante flora. También llama la atención la ermita dedicada a Nuestra Señora del Faro. Una pequeña capilla de la segunda mitad del siglo XVII situada en la cima, donde se puede apreciar un extraordinario cruceiro del desenclave de Jesucristo y la senda de las 13 cruces, donde los peregrinos cumplen sus promesas de ofrenda, caminando descalzos o arrodillados por la pendiente. También destaca la fuente de la Virgen del Faro.

 

Un relevante elemento etnográfico es, “A Fonte dos Meniños”, en el monte Faro, en la parroquia de Argazón, en Chantada. A la que se le atribuyen poderes curativos. En esta tradición antigua, se llevaba a la fuente a los niños y niñas que sufrían problemas de debilidad, falta de energía, y tenían las piernas cruzadas, lo que les impedía caminar. Le llamaban “o enganadiño”, a la insuficiencia de fuerza. El ritual, que se hacía por la noche, consistía en que dos mujeres, colocadas una a cada lado del pequeño puente, se pasasen al niño nueve veces por debajo del arco que formaban las tres piedras, junto al manantial, mientras se repetía el responso y el diálogo nueve veces;

“- María.

- Que.

- Toma este enganadiño. Se é para Deus, que o leve. Se é para o mundo, que Deus o salve.” 

Luego se pasaba al infante por el hueco de un roble partido verticalmente en dos, y se le dejaba como ofrenda la ropa del crío que llevaba puesta y dinero. Se encendían unas velas o candelas, al terminar el ritual. Si las velas se apagaban, el niño o niña, moriría. Si quedaban encendidas, viviría, sanándose su dolencia.

 

Fundación Paco Lareo - A Solaña de Piloño.

Forxa Literaria 2021.

Encontros culturais no rural.

Homenaxe a Rosalía Morlán Vieites.

Vila de Cruces.

Ayer fue un día que deja en mi recuerdo, muchas sensaciones emotivas. Un evento en el rural de Vila de Cruces, cargado de luz y de pasión. Un encuentro con divinidades culturales, que encandilaron mis percepciones sensoriales. En aquel lugar, me sentí crecer, en la sabiduría que despliegan los sentimientos de los corazones. Volé a un universo único e irrepetible, con la esperanza ilusionada.

Quiero agradecer a Inma Gallego, por abrirme las puertas que llevan a esos mundos cargados de buena literatura.

Agradecer a Cruz, que me acompañó en esta magnífica aventura.

Estoy encantado de haber conocido a Bea, la persona que organizó y guió a todo el grupo, con serenidad y profesionalidad.

Agradezco a Lucía Dubra por conducir el acto, con entusiasmo.

Estoy abrumado, por sentirme arropado por Carmen Lareo, la gran artesana de palabras, que preside la Fundación Paco Lareo – A Solaina de Piloño.

Asimilo todo lo aprendido con Xosé Manuel Lobato, que capitaneó la mesa de presentación, con la complicidad de una amistad imperecedera.

Armando Requeixo, que con sus versos nos llenó a los presentes de cariño.

Fui contagiado por Charo Golmar, y por su aprecio incondicional a la cultura gallega.

Me emocioné con el homenaje que Rosalía Morlán Vieites, tiene merecido y ya concebido, y los “Versos que sandan”. Me iluminó, el busto en relieve tallado en piedra, del rostro de Rosalía Morlán, ya adornando la fachada de la casa, por el artesano cantero Jose Luís Ferreiro Diéguez “O Vila”.

Aplaudí con esmero, mientras recibían la medalla “Solaina”, que les entregó Carmen Lareo a Charo Golmar y a Rosalía Morlán.

Disfruté con el recital musical de Consuelo Souto Duarte y el joven Brais Sánchez, así como con la presentación del libro, “El tiempo de las alas rotas”.

Me divertí con el humor poético de Manuel Fiuza.

Me impregné de la tranquilidad del creativo Luis Valle.

Quedé entusiasmado con la fuerza y la personalidad del veterano autor, Xoán Xosé Abella.

Mis oídos se quedaron encandilados con los sonidos de la gaita, cuando Plácido Rozas, interpretó el Himno de Galicia y la “Muiñeira de A Solaina”.

Bailé humildemente, con alegría, con la actuación musical del grupo tradicional Val Nela de Salgueiros, que clausuró el acto de Forxa Literaria 2021.

Gracias a todas las autoridades que estuvieron presentes.

Gracias a todas las personas que formaron el grupo del público, y arroparon con sus aplausos todo el acto del homenaje.

Concello de Rodeiro.

Ruta por el Concello de Rodeiro.

Noroeste aldea Cristimil. Coto grande.

Hacía tiempo que no me sentía como un niño explorando el monte.

Grandes piedras graníticas, cuevas, olor a prehistoria..., naturaleza.

En aquel lugar, sentí la antigüedad de los ancestros, que antaño, fueron tallando la roca.

Enamorado de la tierra gallega... De sus vientos, de su cielo.

Al fondo de la postal, la Aldea do Monte y el monte Farelo. Concello de Agolada.

Rutegrafiando el río Arnego.

Concello de Agolada. Río Arnego. Ruinas del antiguo balneario.