domingo, 9 de agosto de 2020

Compendio quebrado del Úrkalo.

El nueve de Agosto es un día muy señalado. Primera presentación del libro de poesías, canciones y fotografías de Francisco Javier Aboy Losada. En este día un ejemplar se va para El Salvador.

Un día como hoy de Agosto, hace 47 años, por allá por el año 1973 nacía yo en Gién, en la comarca de Loiret, en la vecina Francia. Mis progenitores, después de 14 años trabajando en el país galo, decidieron volverse a su tierra natal. En concreto, a Galicia. Cruzaron los imponentes Pirineos, cuando tenía yo dos veranos, pues fue en el año 1975, y se instalaron en una vieja casa de alquiler en la aldea llamada Rial, en la parroquia de Leiro, en el Concello de Rianxo. Después de un corto plazo de tiempo, nos fuimos a vivir a otra casa antigua de alquiler en la villa de Rianxo, donde mis padres montaron un pequeño negocio, una humilde carnicería. De allí nos fuimos a vivir a nuestra casa con huerta en la aldea Palleiro, en la ya nombrada parroquia de Leiro. La casa de mi infancia y que hizo mi padre y mi madre con sus propias manos. Allí, en esos valles y montes fui creciendo hasta los siete años, pero tuvimos que volver a marcharnos, por causas laborales de mi padre, a la villa marinera de Laxe, en “A Costa da Morte”. Hice la primera comunión allí y, estuvimos dos años arrendados en un segundo piso de un edificio de la calle Villa Amparo. Cuando volvimos a nuestro hogar en la aldea Palleiro, tenía nueve años y, mis progenitores decidieron montar una tienda de comestibles en una zona de la casa, que se dividió para ese uso y para almacén. Con trece años conseguí una beca y me fui a estudiar al colegio “El Picacho” en Sanlúcar de Barrameda, en la provincia de Cádiz. Al terminar el primer grado de F.P de electrónica con diecisiete años, estuvimos pernoctando en una casa alquilada al lado del cementerio de Rianxo, durante un año. En aquella época, mi padre estaba navegando por el mundo pescando merluza y atún, para ahorrar y poder terminar de construir un edificio de varias plantas con otro socio, en la calle Fincheira en Rianxo, donde vivimos actualmente, en el entresuelo. La casa de Palleiro, la de mi infancia, se vendió para poder invertir en el nuevo piso, hace casi 30 años.

El primer trabajo que tuve remunerado, pero sin contrato ni nada, fue con dieciséis años, de aprendiz de carpintero de mar, en un astillero de Rianxo, un verano. El segundo lo obtuve con diecisiete años, y fue en la hostelería, en un chiringuito, y una caravana de helados en la playa de Tanxil. En la actualidad ya no existe ese local, pues demolieron todo para construir el aparcamiento. Estudié durante dos años administrativo en el Instituto de Rianxiño, hasta que ya no quedó más prórroga que pedir y con 19 años tuve que hacer el servicio militar obligatorio (Mili) por el ejercito del aire, jurando bandera después de un mes de instrucción en Virgen del Camino, en León. Hice los restantes ocho meses en la base radar del E.V.A-10, en el monte Iroite de la parte del Concello de Noia.

Los siguientes trabajos fueron de reportero, en colaboraciones con varias televisiones locales de la zona del Barbanza y la Axarquía en Velez-Málaga y, otros empleos del espectáculo como técnico montador de una orquesta (Pipa).

Con veinte años me fui a vivir a Santiago de Compostela, donde cursé, durante dos años, fotografía artística, en la Escuela de Arte y de Oficios Artísticos Mestre Mateo. Con 22 años monté el Café-Pub “A Senda” en la plaza San Roque en la capital gallega y, comencé mi andadura por la hostelería durante los siguientes ocho años. En ese tiempo también canté en un grupo de Rock e hice un curso de vigilante de Seguridad, consiguiendo un empleo en Marbella. Con 30 años me metí en la construcción, de peón, y estuve en Asturias y el País Vasco. Terminé como electricista en la isla de Las Palmas de Gran Canarias, con 33 años. El último empleo que tuve con contrato por horas fue en la descarga de Atún en los puertos de Riveira y Pobra do Caramiñal. Estuve cuatro años ahí, en los puertos, hasta los 37 años. En el 2010 me apunté en el paro y decidí ayudar a mis padres.

El 1 de Mayo del 2011, hice junto con Chamán la ruta de la marcha de la causa del caminante, en protesta contra los desahucios, el paro y el abandono de las personas mayores y el Cáncer.

Mi madre falleció de Cáncer en 2012. Me operaron de la espalda en 2015, de una espondiolistosis ísmica. Seguí ayudando a mi padre hasta que en el año 2017 conseguí una plaza como mariscador a pie en la Consellería do Mar. En 2018 tuve que darme de baja por no poder conciliar el trabajo de autónomo con los cuidados que requería mi padre. Actualmente, soy tutor legal y cuido de mi padre en plena crisis política, económica, sanitaria, social, monárquica, religiosa, etc, y sumándole la pandemia del COVID-19 en plena globalización.

Un pequeño resumen, así por encima, sin mucho detalle. Solo desplazamientos y currículum vitae.

Ya quedan solo tres para los cincuenta así que…, seguiremos caminando respirando vida, aunque el tiempo se vaya volando.

Úrkalo.


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