La
lucha eterna.
Una guerra mundial de la que se es imposible escapar, ocurriendo constantemente, en un planeta redondo que gira sobre si mismo. La humanidad sufre ese incesante problema desde que se tienen veinte dedos, pruebas escritas, arqueológicas e históricas. Refugiados sin refugio. Los países parecen una cuadrícula de lindes y fronteras. Las entidades financieras, quitándole el hogar a los ciudadanos. Plataformas civiles de personas anónimas y solidarias, intentan frenar el saqueo del heraldo público y la destrucción del empleo, el hogar, las familias, las personas, la sanidad, la educación, la naturaleza, los derechos fundamentales, el bienestar, la dignidad y la felicidad. Evitar que se siga destruyendo la vida, con la bula de la vanidad, es la batalla infinita. Imposible.
Los
gobiernos de los estados de las naciones, son comités de
incertidumbre, llenos de hipócritas. La mentira, maneja con sus
hilos, el carisma de marionetas estáticas y frías. Patriotismo
jerárquico feudal, sin voluntad política alguna en sus líderes,
para ejercer el valor de un cambio que compense por igual a toda la
gente. Solo se dejan ver los partidismos personalizados. Asuntos
turbios. Corrupción. Mafias organizadas. Las fortunas se amasan
entre puertas giratorias y paraísos fiscales. Los políticos, las
grandes empresas y los bancos, van muy agarrados de las manos.
Sobornos. Tarjetas negras. Solo pagar y pagar impuestos e intereses,
para que acaben robando el dinero y llevándoselo de la nación.
Construir tratamientos para someter a una población enterrada en el
miedo. Dictaduras, homicidios, suicidios y asesinatos. Tráfico de
obras de arte. Blanqueo de capitales. El mal, está ahí fuera y aquí
dentro. Oro y diamantes de sangre. Trata de blancas. Asalta cunas.
Los periódicos gastan toneladas de tinta en cientos de miles de
páginas manchadas de sangre de crímenes, desacatos y tiranía.
Maldad. Los medios de comunicación están por la labor de seguir
atados a la desinformación general. Una y otra vez, en todos los
canales, día tras día, semana a semana, mes a mes, año tras año,
se repiten las mismas noticias. Una y otra vez. Lo mismo siempre. Un
maldito reflejo que no llega a mostrar nunca la verdadera cara de la
imagen completa. Una ilusión. Falsedades en un mundo pintado en una
pantalla de humo. Todo se viene abajo. Alguien debería saber mirar
bien, para investigar en las fuentes abiertas. Ser valiente.
Verificación de los hechos. Situaciones difíciles sin solución,
enmarcadas en una pared ruinosa. Recoger fondos para poder pagar, la
prioridad. Lo primero es lo primero, salvar el culo. Algunos líderes,
han decidido, solo, hacerle homenajes a los poetas muertos y colgar
lazos en los balcones contra la violencia de género. La muerte se
paga con sueldos mensuales. Destrucción. Despotismo. Daños
colaterales. In-discriminación. Caos final.
-
La información es algo que comparte sospechas... Desinformación y
ruido. La falsedad tiene intenciones personales… Turbias…- El
comentario lo hizo un señor que estaba visiblemente borracho,
tambaleándose y apoyándose contra la barra, como podía. Pensó:
“Testigos
oculares, quedan grabados en el olvido del silencio del papeleo
perdido. Capturan información en la red. Materiales sensibles
pululando por los juzgados. Los criminales custodian la manipulación,
en asociaciones empresariales fantasma, protegidas por contraseñas
extremadamente complicadas. Saltos de fe. Códigos abiertos, hallá
donde no podemos entrar. Territorio controlado por la tortura diaria.
Nadie sabe exactamente lo que está pasando. Presos que mueren por
hablar… o por callar. Ojos violados a patadas. Poderes
diplomáticos, imponiendo el yugo de la verdadera opresión, en un
sistema mundial plagado de vacíos legales y desigualdad social.
Ajuste de cuentas. Suposiciones”.
-
Cucarachas, que buscan en el callejón un oasis de tranquilidad...
Intentar estabilizar el tiempo que se pierde, es una presión que
infunde deseos frustrados... ¡Una cosa es la vida y otra es vivir!.
Estamos todos muertos…- El hombre elevó su voz por encima del
volumen de la televisión. A pesar de estar borracho, se le entendía
bien. En el informativo comarcal del mediodía, las noticias las daba
una reportera de cabello liso, largo y negro.
Desmoronados.
Catapultando retornos libres, alejándose del punto crucial de
maniobras. De vuelta a un hogar sin techo y sin combustible de
propulsión económica. Pesadillas en la sala del sentido común.
Eventos que podrían suceder de forma espontánea, aleatoria-mente, o
a la vez. Atribución de delitos de fraude. Aparatosos incendios que
mutilan montes y montañas. Decretos y leyes. Imposición de un
sistema social, que crea inseguridad ciudadana. Redactar artículos
constitucionales que vetan libertades, crea enfrentamientos civiles.
El módulo y modelo de regeneración, se reduce y se convierte en
destructivo. Demostraciones de valentía constantes, dejan ver el
sufrimiento que se despacha con demasiada frecuencia. Inmensa
pobreza, para que unas pocas personas privilegiadas, disfruten de la
total riqueza de recursos materiales y financieros. Más hambre. Más
abucheos contra la ignorancia y la prepotencia. No existe la calma.
No se perdona.
-
Lo único que entiendo en esta democracia, es que el gobierno le da
la espalda a los ciudadanos, cuando muestra escasa voluntad en
defender los derechos humanos. Desahucios… los jueces siguen
firmando de forma desmesurada semejante ataque...- Dijo un cliente
que se sentaba leyendo la prensa en una mesa cercana al ventanal de
la puerta principal del local. Las gafas le habían resbalado hasta
la punta de la nariz.
-
La justicia le da la razón, en sus fallos, a una cláusula de un
contrato bancario por encima de un artículo soberano de la
constitución del país. Dejando sin casa a las familias. Los
desahucios son ilegales. Una trampa para someter a la población a la
pobreza, la desigualdad, la exclusión, la depresión, el miedo, la
enfermedad, la frustración, la inanición y el frío.- Le respondió
una chica que sacaba tabaco en la máquina, justo debajo del
televisor de plasma y a medio metro de la mesa del caballero.
-
Esto de ver dos tipos de justicia… me indigna. Dos tipos de leyes,
dos tipos de derechos y obligaciones... una para las clases sociales
“inferiores”, y otra para las élites políticas, las monarquías,
los millonarios... en fin, los poderosos que dictan las nuevas normas
del orden mundial.- Le respondió el señor, mientras sacudía el
periódico mostrando una noticia en la página de la portada cuyo
titular rezaba, “al yerno del rey, la fiscalía, le pide menos de
un año de cárcel por millón de euros robado a familias solidarias
que entregaron su dinero mediante engaños en donación, mientras que
a un obrero desempleado de larga duración y sin prestaciones, le
caen diez años por gastar cincuenta euros en pañales para su hija,
de una tarjeta que se encontró en la calle tirada”.
-
En cualquiera, si tienes dinero y puedes pagar un buen abogado, las
fianzas, multas y los gastos, puedes salir con una reducción de
condena o libre de cargos…- Dijo la chica.
-
Si, seguro que si… para empezar, tienes que tener un empleo para
poder tener un sueldo que te permita pagarlo todo… sin dinero, no
hay paraíso ni infierno, solo exclusión.- Interrumpió el hombre
ebrio.
-
¿A que te refieres con paraíso e infierno?. La religión también
se está ensuciando por culpa de la oscuridad que se cierne en el
Vaticano. Seguimos con las cruzadas de Diós.- Reaccionó un joven
que se puso a su lado, aun secándose las manos. Venía del baño.
-
Yo me refiero a que si trabajas en lo que te gusta ganando dinero y
fluyes con la sociedad y el entorno, vives siendo feliz, pero que si
trabajas en un empleo donde se te explota constantemente con horas
extras obligatorias, y lo que te pagan no te llega a final de mes...
vives un infierno. Si ya no dispones ni de empleo… vives para morir
al día siguiente. Te suicidas...- Murmuró con una mueca de
desprecio. Dió un trago largo.
Cuando
entró el caminante, saltaron los plomos y se cortó la electricidad.
Todo se quedó en penumbra y hubo un silencio repentino. La sorpresa
duró unos segundos, hasta que alguien al fondo del bar le gritó al
responsable del establecimiento que diese la luz de nuevo. Hubo un
instante de ajetreo, hasta que se dieron cuenta que estaba toda la
calle en la misma situación. Solía ocurrir cuando hacían obras o
arreglaban las farolas rotas.
-
Buenos días, un descafeinado templado, por favor.- Pidió a la
camarera, que sonreía abiertamente y apuraba el paso para abrir la
máquina de tabaco que había tragado el dinero justo cuando se
produjo el apagón.
-
Por suerte acabo de calentar la leche, ahora te lo pongo.- La chica
dió un giro repentino y se dispuso a preparar el pedido, después de
cerrar con suavidad la máquina expendedora.
El
caminante se sentó en un taburete alto de la barra. Ojeó la prensa
para buscar una noticia donde habían publicado sus fotos. Las
imágenes eran de caballos sufriendo maltrato, con cepos en las
patas, entre los escombros del bosque carbonizado. Muerte.
-
Dolor. Delincuencia. Terrorismo. Despotismo. Caciquismo. Egoísmo.
Odio...- Seguía lamentándose el señor que agarraba la copa de
vino. Su sopor iba en aumento.
-
Falta de transparencia, falta de financiaciones, empresas que tienen
un apetito insaciable en crecer y ningún deseo de compartir sus
beneficios. La escasez, salir del sector al que pertenecen sus
productos, los lleva a la ruina. Competencia agresiva. Mercado y
bolsa. Abusos de poder...- retomó la conversación el señor de las
gafas.
-
Me voy que llego tarde, esperemos que todo se vaya arreglando…
hasta luego.- La chica se marchó deprisa, con la cajetilla en una
mano y la calderilla de la vuelta, en la otra.
-
¿Arreglar? Lo que tendrían que hacer es meterlos a todos en la
cárcel, en galeras… y que devolviesen todo el dinero que mangaron…
¡Parásitos!.- El hombre ebrio de la barra, balbuceó casi cantando.
Era una visión algo cómica.
El
caminante observó en silencio. La electricidad volvió, los aparatos
de consumo comenzaron a zumbar. La camarera le puso el café, un
chupito de zumo de naranja de cartón y una magdalena. Cuando le pagó
al ser servido, la empresaria cogió el dinero y se lo metió en el
bolsillo sin ticarlo en la caja registradora. Estaba estafando a
hacienda para reducir el sablazo que le daría, cuando hiciese la
declaración de la renta. Economía gris.
-
Maltrato familiar, chantaje emocional, coacción mental, agresiones
físicas, palizas, amenazas de muerte, calumnias, mentiras,
frustración, enfermedad psicológica… personas repudiadas y
vilipendiadas por sus amigas y amigos… leer esto es peor que una
tortura.- El caballero se levantó con garbo para guardar sus gafas
en el bolsillo de la camisa. Dejó el periódico en una esquina de la
barra y se marchó.
-
Vivir la inseguridad ciudadana, el desahucio, el desempleo, la
exclusión social y sentimental, sufrir acoso... para mi esa gente
que sigue luchando, a pesar de tenerlo todo perdido y en contra,
tienen naturaleza de héroes.- Comentó una persona, a la que le
hacían una entrevista en la calle los reporteros, para el
informativo de la caja tonta.
-
Los abusos de los derechos humanos, parece otro tema como el del
alcohol y el sexo en los menores… no se le da la importancia que
verdaderamente tienen. Luego pasa lo que pasa y le llaman crisis o
inestabilidad.- Seguían los comentarios en las noticias de la tele.
-
Demasiadas divisiones internas que hacen que los ciudadanos pierdan
la credibilidad. Siempre quieren hacernos creer, que la mejor
solución está, en romper la voluntad del líder de la oposición
parlamentaria. Mientras tanto, las familias se quiebran, se rompen y
se destrozan. El tema de las herencias también tiene tela.- Dijo
otro anónimo, en pantalla.
-
Toda responsabilidad a recaído en los jubilados. Ellos, si que están
siendo atacados. Muchos hijos deciden desaparecer, lavarse las manos
y vivir la vida que pueden o eligen, sumidos en sus propios
problemas. A su manera, dando la espalda a la realidad de sus
ancianos padres. La vergüenza que sienten no les quita el hambre,
así, que por naturaleza tienen que trabajar tan lejos. Emigrar. El
día repetitivo de la marmota. Rutina de un deterioro en bucle que
lleva al determinante suicidio de la razón. A la desaparición total
de la conciencia. ¿Somos conscientes de ello?.- Ahí dejó la
pregunta la señora y el corte dio paso a la publicidad.
Somos
atrevidos y osados. Individuales. Una copia del prometedor futuro,
que jamás llega. Atados a una trayectoria tradicional, correosa y
demasiado lenta, que llamamos evolución. Promesas vacías, en un
segundo del suspiro de la eterna juventud de un planeta que llamamos
madre. Locura. La infancia se reduce a la edad de la lactancia.
Somos
energía comprimida. Generamos fuerzas brutales. La mente es una
atmósfera irrespirable. Corrientes de impulsos, se cortocircuitan,
alimentando la demencia crítica.
-
Las grandes multinacionales sobornan y amenazan a los políticos. Los
eurodiputados llegan a ganar más de seis mil euros al mes. Y aún
así se dejan convencer por una comida. Algunos no llegan a aparecer
ni por el despacho. Asesores, coches y pisos oficiales que pagamos
todos con el dinero público… para que ellos vivan gratis. Tienen
unos privilegios desmesurados, y no son útiles a los ciudadanos.-
Seguían las opiniones.
-
La cobardía. Un alto cargo, que cobra al año ochenta y cinco mil
euros, le ceden de forma irregular una vivienda y le hacen una
reforma por cincuenta mil, pagada por los ciudadanos. No todos
estamos en la misma linea. Algunos se pueden saltar las normas.- El
debate se mantenía vía digital, mientras los clientes del local
observaban callados.
-
¿Alguien de aquí cobra cien mil euros al año? Para pertenecer a la
clase media, dicen que tienes que ser mil-eurista… ¿Alguien cobra
mil euros al mes? Solo nos dicen que la única forma que tenemos para
cambiar las cosas es ir a votar. Ya no tienen credibilidad.- Después
de oír las cuestiones que planteaba el hombre ebrio, la camarera
cambió el canal y puso deportes. Era suficiente...
El
caminante se marchó sin despedirse. Así como llegó se fue en
silencio. Las conversaciones de los bares habían cambiado en todos
sus temas. Antaño, no hace tanto tiempo, eran lugares de ocio y
diversión. Partidas de cartas, dominó, damas y ajedrez. Ahora son
lugares de debates que no arreglan nada. Se percibe la frustración
absoluta de los clientes en el ambiente de los locales. Mucha menos
gente también. Ya no se hablan de temas relacionados con la historia
y la ciencia, como que el avión fue inventado por unos hermanos que
eran mecánicos de bicicletas. Ellos descubrieron los principios de
control, la potencia de propulsión, el aleteo, la guiñada y la
inclinación del morro, simplemente pedaleando por caminos
empedrados. Hoy volar, lo vemos como algo cotidiano, antaño,
nuestros antepasados, lo verían como algo divino. Destrezas de la
era moderna. Presurizar las cabinas y el motor a reacción llegarían
con las nuevas tecnologías y los altos secretos. El resultado de
cien años de investigaciones. Los poderes oscuros, azotan nuestra
ignorancia haciéndonos irascibles. Somos vientos de categoría
cinco. Huracanes. Nos dejamos llevar por la corriente, de un falso
canal, como gotas idénticas de agua turbia. Las precipitaciones
acaban provocando destrozos. Seguimos arrasando lo que tocamos. La
vida tras la tormenta nunca es igual. Escombros. Solo poder acabar algo, es imposible.
La
ilusión se adueñó del caminante cuando vio la piedra tallada.
Allí, en la soledad del mar, decidió sobrevivir para no ahogarse.
Esa pequeña roca, sería su gran montaña. Su soporte era una
plataforma nivelada y bien reforzada. Cuando el sistema se hundió,
lo dejó yacer en el fondo del océano. Demasiadas corrientes en
mares traicioneros. Calma. Pasividad.
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